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Charla: Jean -Marc Rauillan

Apirilak 17 Asteartea, 7-tan

A la muerte de Franco, la democratización del régimen dictatorial no es otorgada graciosamente desde arriba, sino forzada desde abajo por multitud de movimientos reivindicativos que, empezando por las huelgas salvajes organizadas por asambleas, conciben la democracia a su manera.

La amnistía, por ejemplo, no se consigue sino después de varios ciclos de movilizaciones callejeras, en enfrentamiento permanente con los antidisturbios y a costa de buen número de muertos.

De la movilización espontánea y autoorganizada de los presos sociales reivindicando la amnistía también para nosotros, surge la Coordinadora de Presos En Lucha (COPEL), organización horizontal y asamblearia por la que tomamos la palabra quienes nunca la habíamos tenido, consiguiendo poner en un brete al Estado durante más de dos años y sacando a la luz la injusticia e inhumanidad fundamental de la máquina social punitiva.

Esta es su historia, contada a muchas voces por algunas personas que la vivimos, en diálogo con otras que se interesan por ella aquí y ahora. El relato surge de un debate y una reflexión estratégica, útiles para quienes se plantean en el presente la lucha contra la cárcel.

Proyecto documental impulsado por algunos ex presos sociales pertenecientes a la COPEL, con el fin de llevar a la luz una verdad, de dar voz a todos aquellos que vieron la suya aniquilada. El relato de una historia colectiva en la que confluyen las experiencias personales de quienes vivieron desde dentro lo que fuera aún permanece silenciado.

*Jean-Marc Rouillan. Durante los años setenta Rouillan participó en España en la creación del MIL (Movimiento Ibérico de Liberación) y de los GARI (Grupos de Acción Revolucionaria Internacionalista) organizaciones de agitación armada que formaron parte del movimiento obrero clandestino antifranquista en Catalunya y en el sur de Francia. En 1979 fue uno de los fundadores de Action Directe, con el objeto de conseguir la “coordinación político-militar del movimiento autónomo”. En 1979 se transformó en una organización de guerrilla urbana y ejecutó ataques bajo la bandera del antimperialismo y la defensa del proletariado . El grupo fue perseguido por el gobierno francés en agosto de 1982. En 1984 se alió a la Fracción del Ejercito Rojo alemana, bajo la estrategia de “unión de los revolucionarios de Europa del Oeste”. El grupo se reivindicaba marxista y afirmaba que las acciones armadas eran un medio legítimo de combatir un régimen considerado opresivo. Durante los llamados “años de plomo”, numerosos grupos retomaron las ideas anarquistas de las propaganda por los hechos.