Este libro está dedicado a la criatura que tenía en su vientre Florencia Olazagoitia Ceciaga, cuando fue fusilada el mes de noviembre de 1936 en Oiartzun. Estaría a punto de cumplir 74 años. Como la Democracia, que fue fusilada entonces y no ha nacido aún, para las víctimas del franquismo.
Esta novela, relata los recuerdos de Maite como una verdadera Notaria del tiempo y del Tiempo. El tiempo como sucesión de hechos que componen la historia del País Vasco desde 1927 hasta hoy. El Tiempo como sucesión de estados de la atmósfera en la que se desenvuelven los hechos del tiempo, condicionando su evolución.
El conocimiento adelantado del Tiempo, fundamental para el arma aérea, hizo inclinar el fiel de la balanza del lado fascista en 1937.
La rápida reorganización del Servicio Meteorológico en el bando franquista y la intervención de la aviación italo-
alemana decidieron la suerte de una batalla que se libró principalmente en el aire, por primera vez en la historia militar: El Frente del Norte.
Tiempo y tiempo están íntimamente relacionados en esta novela.
Maite Landin, fallecida recientemente a los 93 años, nació en Sestao pero desde niña vivió en Donostia. Ha sido la última superviviente de una familia destruida por la Guerra de 1936 y en este libro nos deja su testamento, toda la información, que de otro modo se hubiera perdido para siempre, de lo ocurrido en esta terrible época que le toco vivir y donde su padre, Juan Landín Allende, subdirector del centro de observación metereológica de Igeldo (Donosti) y gran investigador de estos fenómenos, fue represaliado por los franquistas.
