¿Luchas o protestas?

El autor nos saca los colores con esta afilada crítica a las formas de actuar actuales de la izquierda en general y que claramente no dan resultado alguno. La lucha de siempre ha dado paso a una suerte de simulacros, performances y happenings que poco o nada preocupan al Poder. El autor arremeta con la interiorización por parte de los movimientos sociales del discurso (que durante décadas desde la escuela, las insituciones y los medios de comunicación nos han ido inoculando) de que la única lucha posible es la «no-violenta» mientras se crimnalizaba, aislaba y marginaba a los sectores más combativos. Esa no violencia se ha visto enfrentada en muchos casos a la violencia del sistema sin saber muy bien cómo reaccionar ante ella, ya que nos habían prometido que «sin violencia se puede protestar y hacer de todo». Pero claro, la «no violencia» tiene para el sistema capitalista dominante el mismo significado que cualquiera de las palabras vacías que hoy usa a diario: «Paz», «Democracia», «Libertada», etc. En realidad lo que vienen a decirnos es que si molestamos habrá represión, por muy pacíficos que sean nuestros actos.