Los desposeidos.

Reedición en lujoso formato (tapa dura forrada de tela serigrafiada) de la que es la obra maestra de la veterana autora estadounidense. Las obras de Úrsula K. Le Guin pertenecen al género denominado Ciencia Ficción Especulativa o de Ideas. Sus relatos se caracterizan por utilizar como vehículos la utopía, la fantasía, la ciencia ficción y las sociedades alienígenas para adentrarnos en situaciones que nos hacen reflexionar sobre nuestra propia realidad y sobre la condición humana. En esta novela de 1974 la autora regresó al Universo Ekumen que ella misma había creado a través de sus primeras cuatro novelas importantes realizadas durante la década anterior. En esta obra se nos plantea la dicotomía entre dos planetas, Anarres y Urras. El primero es en realidad una luna de Urras, en donde se han exiliado los rebeldes de este último planeta. Las autoridades de Urras, queriendo así detener una larga guerra civil, permitieron 200 años atrás que los revolucionarios insurrectos organizasen en Anarres su sociedad igualitaria y anarquista, con la condición de que no volviesen a intentar subvertir el orden establecido en Urras. Mientras en este planeta sus habitantes viven en un bullicioso mundo comercial, conectado con el resto de la galaxia y entregados a los negocios, en la vecina luna de Anarres se ha optado por el aislamiento y la autosuficiencia, organizando su sociedad como una gigantesca colectividad anarquista que tiene que bregar con una gran escasez de recursos. Incluso la manera de hablar difiere en ambos planetas, a pesar de que ambas sociedades proceden de la misma familia humanoide. La autora se empeña de manera magistral en presentarnos un gran elenco de personajes bien desarrollados, complejos, de múltiples personalidades, que al interactuar provocan situaciones que nos hacen reflexionar. Ahí precisamente reside el éxito de la obra. Los Desposeídos es considerada por muchos anarquistas como una excelente descripción de los mecanismos que permitirían desarrollar una sociedad anarquista, pero también de los peligros de la centralización y la burocracia, peligros que fácilmente desplazan a la ideología revolucionaria e impiden su desarrollo.