LAS MOSCAS LO DEVORARÁN TODO

10.00

Formato: Libro
Idioma: Castellano
Editorial: Desacorde Ediciones
Colación: 90 Páginas
Procedencia: Madrid
Año de edición: 2015

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Un solo poema escrito a cuatro manos y repartido en noventa páginas con colaboraciones de Óscar Beorlegui (autor de libros como «El piloto suicida»), Josu Arteaga (habitual de la revista libertaria Ekintza Zuzena, músico y autor de fanzines y libros como «Historia universal de los hombres gato»), Enrique Villarreal (o sea, el Drogas, de Barricada, Txarrena…), y  algunos más (Juan Palacios, Kiko Hernández, Pep Ferrandis…, estos últimos como ilustradores fundamentalmente).
Otro que no aparece en los créditos pero que sin duda es también de la cuadrilla es Kike Babas. El escritor, músico y polifacético personaje define así esta obra en el siguiente texto:

«Al fin juntos Sor Kampana y Kutxi. Después de años de tanteo personal y admiración mutua nos llega en forma de libro uno de los actos más respetuosos que un poeta pueda conceder: dejar que firme otro la palabra propia, asumir como propio el verso ajeno. Escribir a medias es algo que solo puede ser concebido desde una exigente compenetración, en lo estrictamente literario, y desde el cariño y la confianza, en lo estrictamente personal. En la portada aparecen apuntándose a la sien, aunque bien podrían (permítaseme la metáfora) haberse fotografiado haciéndole una paja el uno al otro.
Dos personas tan disparejas no se me ocurren, y escribo esto porque los conozco. Diferencias hay más allá de esa evidencia que constata que Kutxi vive el verano perpetuo del ensordecedor de estadios, del encantador de masas enardecidas hambrientas de poesía en el circo adrenalínico del rock, y Kampana habita el otoño perenne del poeta maldito, hipnotizador de anguilas de tugurio y boca sucia (y también de astros y otros seres brillantes del rock, a los que varios y afamados versos ha cedido a lo largo de su dilatada carrera). Nimiedad es tanto esto como el que sus personalidades sean distintas, pues ambos han sabido encontrar el punto común en el ladrido amargo y rabioso del perro loco, en, por encima del dolor de saeta del cuerpo aguijoneado por la sufrida realidad trapera, apretar los dientes.
Así Las moscas lo devorarán todo, una conversación libre e ininterrumpida donde el diálogo de reflexiones y sentires de ambos poetas transmuta en monólogo de un solo ser bicéfalo de verso inadaptado y agreste, nausea punzante. Hablando los dos a la vez nace una voz iracunda y febril, quebrada en el abismo de esta existencia a la deriva. Un grito entre esto y la nada.
Incapaces de olvidar la mierda que nos baña, parcheando la herida de la vida, guareciendo el odio, brota su palabra: más que triste, asfixiante; antes que acusadora, culpable. Mejor que acuchillar, este libro, este poema, se avergüenza sin sonrojo de La Humanidad.
Las moscas lo devorarán todo es una carta de recomendación para un psiquiátrico, un disparo al reflejo, un manual para el desconcierto, un verso ardiente que camina al vertedero, un aniquilamiento de poetas. En él se ajustan las cuentas al hediondo falo y su hedionda eyaculación, a la hedionda patria (sí, España) y su hedionda religión, al exprimidor de jornaleros y al afónico adocenado. Las moscas lo devorarán todo es un cántico al diablo de mil caras y nombres (Osamas/ Obamas). Una loa a la cordura del manicomio y la visionaria mirada de Panero, que nos hace preguntarnos de qué lado de la tapia están los locos. Las moscas lo devorarán todo es, finalmente, entre sus ataques de ira y sus calmas de cadáver, un homenaje a la poesía que mana de la grieta del corazón.
Las moscas lo devorarán todo. Y los gusanos a las moscas. Y la palabra a los gusanos. Y estos dos a la palabra. Gocen del eructo, de la erupción.»

Kike Suárez «Babas»